domingo, 10 de junio de 2012

Salón familias

Hace tiempo, cuando era chica, solía ver en ciertas confiterías  que aseguraban un ambiente familiiar el cartelito de "Salón Familias"(ya la palabra "confitería" amerita el estudio arqueológico, pero ese es otro tema). Nunca me detuve en pensar su significado ni en la ausencia de la preposición (¿"salón para familias"?, ¿"salón de familias"?). No creo tampoco nunca haber comido en el tan mentado salón ni haber visto por estos tiempos un cartel de ese estilo.
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Hoy hicimos un almuerzo casi a la hora de la merienda con otras cuatro amigas. Dos de ellas, que no viven en Buenos Aires, acababan de viajar para quedarse por una temporada a la espera del nacimiento de sus hijitos. Esperan mellizos.
Recreamos casi la misma conversación por la que tiempo atrás yo acusaba de insufribles a mis colegas durante el almuerzo, esa sucesión de pañales, pediatra, ropita, cómo cercar una pileta de natación, no dormir, la teta, cesárea, pis cada dos horas,  34 semanas... Para mí, que nunca había considerado que un embarazo a término constaba de 40 semanas, si bien todo es novedoso, ahora me incluye. Nunca he estado embarazada, ni está en nuestros planes que vaya a suceder, pero sí sentí que tenía algo para decir acerca de ejercer un rol materno. Es la enseñanza de estos tiempos.

"Vénganse, el nene puede jugar al fútbol en el campo y la nena puede ir a bailar con mi sobrina, la mayor". "Sí, les va a gustar ir a pescar". Conversaciones interrumpidas para poner la mano sobre la panza y sentir las patadas de los mellizos, encantados por la tarta de manzanas que había comido la mamá gestante. Privilegios de que las cosas vayan cambiando y poder formar parte de ese cambio.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Diez, quince años atrás, ser homosexual era ser todavía un marginal. Por suerte nos toca vivir este cambio que nos alienta en el deseo de tener nuestros propios hijos o la felicidad de verlos crecer, como en el caso de ustedes. Llegué al otro blog justo cuando lo estabas cerrando, pero aprovecharé para leerte en este otro espacio.
Me pareció muy ingenioso eso del "salón familias". También es un recuerdo de infancia. Gracias por traérmelo al presente.

Merly dijo...

La vida es polvo... puede esparcirse en un momento, nada trajiste, nada te llevas sòlo lo que habìa dentro...asì que a disfrutar la nueva etapa y sacarle lo màximo de provecho!!

Fiamma dijo...

Anónimo: es verdad. Elegir una pareja del mismo sexo implicaba ceder la posibilidad de una familia. Ya se ven los cambios. Somos parte del cambio. Los chicos que ahora criamos son los que harán el resto.
un beso

Gracias, Merly, por pasar comos siempre. Un beso

Hilario dijo...

Me encanta notarte tan bien.
Besos princesa

Fiamma dijo...

Hilario: gracias, cavaller.Un abrazo para todos por allá.