martes, 14 de julio de 2015

Si yo fuera la madre de Harry Potter

Invierno. Seis de la tarde. Vuelvo a mi casa y me encuentro con una oruga celeste echada en  el sofá color tomate.Sólo sobresale  de la manta de polar una nariz y la punta de una mano. El nene está ahí, fascinado, mirando una de Harry Potter. Más precisamente, "El Prisionero de Azkabán". Yo justo entro cuando Dumbledore reta a Harry por haber  corrido un peligro innecesario al salir del colegio con la capa que lo vuelve invisible: allí afuera planean matarlo.
El nene me mira muy serio y me dice:
- ¿Ves que Harry Potter también se manda cagadas?
Estoy cansada y tengo frío. No entiendo. Retoma:
- Si Harry Potter fuera tu hijo, lo retarías porque se mandó una cagada. Lo mismo pasa conmigo, cuando me mando una cagada ( me esfuerzo haciendo memoria para recordar cuál se había mandado últimamente. Infructuoso, no me acuerdo). Vos me retarías si hay asesinos afuera y yo salgo a la calle...
Le doy un beso en la cabeza y le pregunto si tomó la leche.
Me muero por un café. Pero al menos ya estoy en casa.

No hay comentarios: