El héroe trágico no necesita biografía.Tan bien se las ingenió Sófocles en presentar un Edipo bien plantado y en las puertas de su peripecia (rey dignísimo que, ensoberbecido, no se percibe en el juego del cazador -cazado). Pero justamente en esta historicidad se basa el Edipo de George Enescu, a cuyo estreno asistimos el martes en el Teatro Colón.
En este puesta las metáforas se cristalizan o vuelven literales: de ahí que en el final del acto II la Esfinge (haciendo y diciendo en registro impecable: Guadalupe Barrientos) sigue siendo un monstruo con alas, que aquí metaforizan con un avión nazi plantado en medio des escenario. Si es necesaria la purificación: caerá sobre Edipo un chorro de agua en medio des escenario. Si el pueblo tebano no puede deshacerse de la peste (o de su destino), todo, escena y personajes, se impregnan de barro. Mucho tiene que ver en esto la puesta la régie de la gente de la Fura dels Baus, aunque debo confesar que esperaba además de la monumentalidad, un mayor despliegue de medios. Tanto mayor sorpresa había resultado esa versión más despojada y con tanto más efecto de Orfeo ed Euridice en el Solís de Montevideo en diciembre pasado.
Está presente la revisión histórica del pasado siglo: desde el nazismo (en el avión que da alas a la Esfinge), el comunismo (las tarjetas rojas del pueblo que ovaciona al rey Edipo) y el psicoanálisis (en la escena entre Mérope y Edipo, éste le cuenta su pesadilla incestuosa desde un lecho muy semejante al diván del consultorio vienés de Freud. Ella lo escucha sentada unos metros más atrás con una libreta en las manos). Pero, nuevamente, la biografía no abre camino ni a la compasión ni al temor. Y así no queda ningún posible para la tragedia. Aquí la idea de lo humano es central: el hombre puede y debe enfrentar a su destino. Frente a la a la clásica pregunta de la Esfinge * aquí vuelve a aparecer lo humano, pero en relación con el destino: ¿qué fuerza es capaz de enfrentar al destino?: el hombre. Nuevamente, se subvierte el planteo del clásico.
Creo que La Fura presenta un visión elaborada y comprometida del Edipo de Enescu. La única duda que me queda es si era la versión que yo deseaba ver.
*"¿Cuál es el animal que por la mañana anda en cuatro patas; por la tarde, en dos y a la noche, en tres?"
En este puesta las metáforas se cristalizan o vuelven literales: de ahí que en el final del acto II la Esfinge (haciendo y diciendo en registro impecable: Guadalupe Barrientos) sigue siendo un monstruo con alas, que aquí metaforizan con un avión nazi plantado en medio des escenario. Si es necesaria la purificación: caerá sobre Edipo un chorro de agua en medio des escenario. Si el pueblo tebano no puede deshacerse de la peste (o de su destino), todo, escena y personajes, se impregnan de barro. Mucho tiene que ver en esto la puesta la régie de la gente de la Fura dels Baus, aunque debo confesar que esperaba además de la monumentalidad, un mayor despliegue de medios. Tanto mayor sorpresa había resultado esa versión más despojada y con tanto más efecto de Orfeo ed Euridice en el Solís de Montevideo en diciembre pasado.
Está presente la revisión histórica del pasado siglo: desde el nazismo (en el avión que da alas a la Esfinge), el comunismo (las tarjetas rojas del pueblo que ovaciona al rey Edipo) y el psicoanálisis (en la escena entre Mérope y Edipo, éste le cuenta su pesadilla incestuosa desde un lecho muy semejante al diván del consultorio vienés de Freud. Ella lo escucha sentada unos metros más atrás con una libreta en las manos). Pero, nuevamente, la biografía no abre camino ni a la compasión ni al temor. Y así no queda ningún posible para la tragedia. Aquí la idea de lo humano es central: el hombre puede y debe enfrentar a su destino. Frente a la a la clásica pregunta de la Esfinge * aquí vuelve a aparecer lo humano, pero en relación con el destino: ¿qué fuerza es capaz de enfrentar al destino?: el hombre. Nuevamente, se subvierte el planteo del clásico.
(Desmantelanto a la Esfimge: "¡La ciudad está a salvo!")
(Saludo final de Edipo: toda la compañía en escena)
Creo que La Fura presenta un visión elaborada y comprometida del Edipo de Enescu. La única duda que me queda es si era la versión que yo deseaba ver.
*"¿Cuál es el animal que por la mañana anda en cuatro patas; por la tarde, en dos y a la noche, en tres?"
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